20080225

mourning

Sí, ya lloré un poco, pero el duelo no termina de llegar, estoy enfermo en casa y sólo salgo para lo más prescindible: mi inhaloterapia.

En un poema te escribí:

Afuera vives tú, sin mí
y yo te necesito para caminar
como a una muleta
como a una pierna
y te necesito para pensar
te necesito para respirar
para vivir
te necesito.



Otra coincidencia dolorosa: el lunes a las 0330 me desperté sin poder respirar bien. Antes, cuando despertaba a esas horas, decía tu nombre en la oscuridad y te imaginaba a mi lado, entonces ya no podía dormir, ese día no pude dormir por tu falta y la falta de oxígeno.

No he ido a trabajar, y la única utilidad que le hallo al trabajo estos días es que no pienso mucho, es decir, no pienso tanto en ti. Tengo demasiado tiempo para pensar, ahora no lo disfruto tanto, duele.

Aun así, a pesar de que ya pasó más de una semana, no he podido platicar con nadie como debiera, como siento, con cerveza o whisky y los detalles sórdidos y el llanto.

No sé qué espero, tal vez que el asunto no cobre la realidad que allá afuera tiene, tal vez espero que el mundo se detenga y por dos segundos en ese espacio mi dolor exista y yo lo abrace y lo acepte, entonces podré empezar a sanar.

Digo sanar, porque olvidarte, nunca.

No hay comentarios: