20080618

El lado amable de la censura

No toda la censura es mala; la impuesta por algunos gobiernos autoritarios o por aquellos que buscan ocultar algo que perjudique su beneficio personal por supuesto que lo es.

Pero las hay que buscan algún tipo de bienestar distinto del propio, la que no es egoísta, la que impone el decoro de no mostrar cuerpos mutilados en la televisión; o la que calla para no lastimar, como un amigo que no dice la verdad; la que omite para no humillar; la que procura no mostrar horrores a los que nada pueden hacer para solucionarlos; la del ataúd cerrado; la que cubre la desnudez de los ancianos y obvia la estupidez de los necios. La autocensura que convence al escritor de no incluir en su biografía aquel periodo de la adolescencia en que se masturbaba como mono.

Dicen los gringos ignorance is bliss, y temo que a veces estoy de acuerdo.

Pensaba borrar este blog una vez que no tuviera nada que decir acerca de ti, pero me ha servido de terapia y me encuentro mejor. Lo conservaré, y ya no hablaré de ti más, me censuraré, aunque de cierta forma estarás presente en cada post. Para mí, respecto de ti, M., lo mejor es el silencio.


Well, it's been a long time, long time now
since I've seen you smile.

Beirut, Nantes

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, me gusta más la Cellar Door que los otros! aunque sea de terapia, creo que te ha sacado un Armandís más sincero, y más espontáneo.

Armandis the Spontaneous

He dicho. Y firmo por vez primera con mi nombre! Siéntete halagado!

Pac Morshoil dijo...

¿Será en verdad un acto de censura? Me inclino a creer, más bien, que es parte del proceso de curación. Opto por pensar que vas por buen camino. Me atrevo a decir que dentro de no mucho tiempo podrás permitirte el ser sincera y completamente feliz.